lunes, 4 de octubre de 2010

NO PROMETAS LO QUE NO SERÁ... - JLFP

Fecha de Publicación:

Acapulco de Juárez, Gro. Méx. 4 Octubre 2010



Dir. Revista Virtual LEMA Universitario:

Emilio Nahín Rojas Madero

"Mi vida por una mejor Nación"




NO PROMETAS LO QUE NO SERÁ…

JOSE LUIS FIGUEROA PAREDES

TRIBUNA LIBRE


“No prometas lo que no será, ni confundas tus nuevas ideas, solo deja seguir el momento…” El texto como bien supone, es parte de una letra musical que interpretaron con mucho éxito hace algunos ayeres los cantantes María del Sol y Jorge Muñiz, letra que si la contextualizamos al ámbito político tiene un mensaje subliminal sobre todo para aquellos políticos que son muy dados a prometer y que comulgan con aquella frase que dice: “El prometer no empobrece”.


Lo cierto es que hay personajes del mundo de la política que parecen egresados del Centro de Educación Artística de alguna televisora por su sorprendente capacidad histriónica y actoral que desarrollan, habilidad con la que intentan convencer al electorado de que son la mejor opción política para representarlos. Este tipo de políticos sin duda alguna serían fácilmente contratados por alguna televisora para su novela de moda o para la serie de televisión “los simuladores” e incluso para una película de terror o de ciencia ficción.


La mayoría de los políticos de nuestro país por ejemplo, se dicen preocupados por las “necesidades más apremiantes de la ciudadanía”, pero cuando se convierten en gobernantes, algunos se olvidan fácilmente de lo que una vez prometieron y eso ha causado el desencanto de la población, de ya no querer votar, de no saber en quien confiar. Por ello, en este proceso electoral que se avecina, los partidos y sus candidatos tienen mucho trabajo por realizar, principalmente reconquistar el voto de la ciudadanía, de los que nunca votan y de los que han dejado de creer. No es tarea fácil pero ese reto los llevará al triunfo o al fracaso electoral.


Para algunos analistas, el PRI no es la mejor carta aunque si dará la batalla pero para ello deben los priistas tejer un nuevo discurso, despojarse de sus estructuras oxidadas y caducas pero sobre todo romper con la inercia del viejo PRI. La falacia y la demagogia le han hecho mucho daño al priismo pero parece seguir siendo su sello intrínseco de gobernar. Su pobreza política la reflejan con el gran vacío de propuestas y en la carencia de ideas que más bien suenan a ocurrencias, puntadas o a simples copias de otros discursos.


En el PRI siguen los mismos de siempre y con los clásicos liderazgos de membrete. No se nota ninguna diferencia entre el pasado, el presente y el futuro que aseguran representar. Sus respuestas son las mismas, de mero formato y sin solución verdadera para la gente pero sobre todo siguen siendo mediáticas, sin credibilidad y electoreras. Sus voces son casi siempre impostadas con ademanes ensayados que difícilmente impresionan o convencen.


Mientras tanto, que la sociedad siga esperando el tren de la revolución, la justicia y la paz prometida. No se vale que mientras los fraccionamientos privados de algunos políticos gozan puntualmente de todos los servicios, el pueblo siga padeciendo escases de agua, inundaciones, baches e inseguridad.


Hasta Cuándo algunos políticos dejaran de mentir y de simular. Qué pasaría si algunos políticos como René Juárez, Rubén Figueroa, Efrén Leyva entre otros se sometieran al detector de mentiras. ¿Cuál sería el resultado de la prueba?


Ciertamente son tan poco creíbles las promesas de algunos políticos, que en el caso del PRI, han tenido que recurrir a los Notarios para certificar sus compromisos asumidos. Este nuevo estilo de comprometerse, surge precisamente de su falta de credibilidad y capacidad para convencer. Los priistas solo se limitan a descalificar al adversario, a minimizarlo en lugar de enfocar sus baterías a las propuestas y a las acciones. Actúan como desesperados, sin brújula que les dé el Sur debido a que están más ocupados en saborearse los huesos que “chuparan” que en ganar la próxima elección.


Aunque pareciera extraño, el único que rompió con el protocolo de la política tradicional fue Zeferino Torreblanca quien en campaña nunca prometió nada a nadie. Ni cargos ni dadivas a cambio de votos, mucho menos prometió obras que no pudiera realizar. Ese estilo de gobernar lo aplico desde el inicio de su mandato constitucional aunque ello le restara simpatías de sus correligionarios. Zeferino es un hombre que supo convencer, que se gano la confianza de la ciudadanía por su carácter franco, abierto y sin tapujos. A la distancia eso le ha restado votos como político sin embargo hay que reconocer que sentó las bases para un Guerrero mejor.


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jfp2008@hotmail.com


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