lunes, 4 de octubre de 2010

ABOGADOS, ¿APOLÍTICOS?

Fecha de Publicación:
Acapulco de Juárez, Gro. Méx. 4 Octubre 2010
Dir. Revista Virtual LEMA Universitario:
Emilio Nahín Rojas Madero.



Abogados, ¿Apolíticos?
Emilio Nahín Rojas Madero
“Mi vida por una mejor Nación”


La ignorancia del gran teórico ilustre, radica en la falta de vinculación con su objeto de estudio. Así mismo es como salen al mercado laboral un cumulo de estudiantes de las ciencias del derecho. Jóvenes universitarios que le tienen un completo repudio a todo lo que tenga aroma a política. Detestan las organizaciones político-estudiantiles de sus unidades académicas, se abstienen de participar en cualquier evento donde se involucren personajes protagonistas de este quehacer social. Tachan de herejía y corrupción todo proyecto que haga referencia a la lucha por la igualdad, el respeto y el derecho. Argumentando que no desean compartir el mismo suelo con los políticos porque se aprovechan de ellos para alcanzar esos privilegios que tantos están deseosos de adquirir. Sin embargo, ese rencor hacia las organizaciones tiene su fundamento en la plena y total “ENVIDIA”. Realmente es este defecto el que los convierte en apolíticos. Desde tiempos inmemorables, las corrientes políticas se han organizado por necesidad y no por mero gusto. Se han estructurado para defenderse del abusivo y alcanzar los privilegios que tienen por derecho, sin embargo, a oídos sordos de los tiranos, no les ha quedado otra cosa que unirse para hacerse escuchar. A los apolíticos, esta actitud es la que les ha causado tanta envidia; son hombres y mujeres que quisieran que las organizaciones sufrieran igual que ellos y se retuercen en su ego.

Los hombres tantas veces han escuchado el llamado de “Organízate”, pero le han dado la espalda a este postulado. Lo han hecho por temor, por miedo a ser reprendidos y ante su cobardía deciden someterse al sistema. Tachan de locos, ilusos aventureros a quienes se arriesgan a organizarse y cuando contemplan el triunfo de esos dementes, en ves de seguir el ejemplo, caen en el juego de la calumnia contra las organizaciones. Es por ello que algunas organizaciones al coronarse en el poder, se vuelven más frías a la hora de repartir las prerrogativas; esos regalos que los hombres desorganizados anhelan tanto. Sí, los desorganizados se llenan la boca al decir –“No queremos nada con las organizaciones, no queremos nada con sus políticas; pero si nos gustaría que nos apoyaran con nuestras demandas y necesidades”–. Caen en esos discursos mediocres de “separados pero juntos”, es decir; separados en los recursos económicos, pero juntos en los privilegios. Se dicen apáticos, apolíticos y terminan siendo controlados por políticos tapados, al servicio de la elite en el poder. Ciegos seguidores de lobos; y a lo que le tienen tanto miedo es lo que terminan ejerciendo, “el ser manipulados”. Me viene a la mente el ejemplo de lo que antes fue la Unidad Académica de Ciencias Sociales, integrada por cuatro licenciaturas y tres de ellas le tenían un coraje y un recelo a la de Derecho por su “agandalle” en los espacios de representación popular. Sin embargo; hoy que se dividieron y tuvieron sus propios procesos electorales, se comportaron como lo que tanto criticaron de los estudiantes de Derecho.

Me pregunto si ¿Ocurrirá lo mismo cuando aquellos grupos hoy desorganizados se organicen? ¿Se enriquecerán de la torpeza del desorganizado? Para un estudiante de abogacía, es lo mas irónico y ridículo, escucharle decir “Cero Política”. Cuando la ciencia en la que se esta profesionalizando, esta basada que el quehacer político. La ciencia del Derecho no solo es teoría jurídica; la ley vigente es el producto de hombres y mujeres, que en su función de diputados o senadores, las establecieron para regulan la nación. Hombres y mujeres que jugaron el rol de políticos para alcanzar la aprobación de dichos preceptos. Muchas de las leyes no se aprobaron gracias a la “gran” labor de los científicos o juristas, sino a los acuerdos políticos, entre las diversas expresiones ideológicas de una nación (partidos). Así pues, es mediocre todo aquel estudioso del derecho que vocifere ser enemigo de la política. El verdadero abogado es un humilde gestor del derecho, de vastas relaciones sociales; entre las que destacan políticos que le permitirán abrirse en su campo profesional. Tan es así de importante la política en su profesión, que con una sola llamada al gobierno, su cliente adquiriría la libertad inmediata que le aria ganar una jugosa retribución y popularidad profesional o por orden del gobernador y presidente de la república, se le nombre juez, magistrado o notario publico. Es mejor hablar con la verdad –“envidio a las organizaciones y su política, por los privilegios con los que cuentan”–. Concluyo diciendo que si vos deseáis contar con dichas prerrogativas, solo “Organízate”.

Esta es la condición ideológica en la que se encuentran muchos de los estudiantes de la Unidad Académica de Derecho y esa envidia es la que no le ha permitido ver los errores en los que cada día caen. Cuando de manera organizada, podrían exigir sus derechos legítimos a títulos y cedulas con carácter de pronta y expedita, imponer una reducción de las tarifas monetarias de mil quinientos pesos por cada una de las nueve materias, dos mil pesos mas por concepto de examen profesional, mil quinientos pesos por cada uno de los cuatro sinodales, mas dos mil por concepto de traje de clausura. Pero repito, si los novenos semestres dejaran de envidiarse y se organizaran, no transitarían por este calvario; generación tras generación. Sin embargo, su envidia no les permite ver que los trescientos cincuenta pesos de los que si tienen clara información, y ni los quinientos pesos que les de mamá, cubrirán los gastos que anteriormente vertí; de los cuales, no tienen ni idea de su existencia y cobro. Este fenómeno social, no solo se manifiesta en el ámbito escolar, se presenta en todos los sectores de la sociedad; obreros, campesinos, sindicales, etc… mientras vivan envidiándose los unos contra los otros y no se organicen siempre serán utilizados y pisoteados por el Estado.

Hace falta explicarles a los estudiantes de leyes que la carrera que escogieron nació gracias al quehacer político que realizan los diputados y senadores en el congreso; hace falta una materia que trate sobre política y que se anexe al plan de estudios desde nivel primaria para que tengamos verdaderos mexicanos. Hoy lo único que tenemos son pensadores “Técnicos” pero no pensadores “científicos”, solo así tendríamos una nación que verdaderamente vaya encaminada la progreso.

Comentarios:
romaen73@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario