El sistema; una simple quimera
Emilio Nahín Rojas Madero
El control desde la infancia nos ha infringido miedo con seres imaginarios para poder someternos y dominarnos a su antojo. ¿Cuántos de nosotros no fuimos amedrentados con ser secuestrados por el “Coco”, “Candy man” o el “roba chicos” si desobedecíamos? Desde la época de la conquista, se sometieron a nuestros ancestros amenazándoles con la figura de un Dios castigador. El creador del universo y de todas las cosas, fue convertido en demonio ya que cuando el pueblo pretendía revelarse en contra de sus verdugos; la iglesia los desalentaba diciéndoles que si cometían un acto de esa barbarie, serian castigados por el Señor y que los mandaría al infierno por pecar. Así que por lo tanto, tenían que seguir poniendo la otra mejilla si querían alcanzar el cielo y que por lo tanto debían que sufrir, pero que al morir, su sufrimiento seria recompensado por la gloria del creador.
Hoy no es distinto en esencia, ya que la gente ahora no se espanta con la excomulgación o el castigo divino y las iglesias cada día se ven más vacías. Por tal razón, este mecanismo encontró otras formas de hacerse temer y su medio de difusión es la televisión y otros medios electrónicos e informativos, llevando por nombre “Sistema” la quimera moderna. El estado le ha inculcado al mexicano que pierde su tiempo miserablemente si quiere modificar su entorno social, si quiere salir adelante; que el mundo es solo para los güeros de ojos azules y se le ha lavado el cerebro haciéndolo fiel amante al dolor. Se le a inculcado que el sistema es así y que no lo podrá modificar jamás, por lo tanto debe dejar de ofrecer resistencia y aceptarle como su único amo y señor o de lo contrario, pereces ya que es un fenómeno, un cáncer para la subsistencia del programa mismo (Zapata, Villa, Hidalgo, El Che, etc.…). En pocas palabras, que como mexicanos somos una sociedad incapaz de progresar.
Si se nos ha repetido constantemente que el sistema no puede ser modificado ¿Por qué razón se nos ha establecido en las clases de historia que nada es para siempre? Luego entonces, si nada es para siempre ¿Cuál es el privilegio del sistema para gozar de esta característica? Y si el mexicano no puede transformar su entorno por ser mediocre, ¿Cómo convierte pueblos en ciudades y después en naciones? ¿Cómo hemos pasado del adobe al acero? ¿Cómo trasformo el televisor de blanco y negro a color? ¿Por qué la UNAM fabrico su primer trolebús eléctrico? Y por si no lo sabemos, la primer maquina de tortillas era mexicana pero estas eran cuadradas y no redondas como las conocemos hoy en día. Miles de proyectos fueron creados por mismo numero de mexicanos especiales, que no aceptaron las doctrinas del sistema y demostraron que somos capases como cualquier otra nación. Todo aquel que acepta los manifiestos del sistema, se convierte en un mas del montón, un simple fracasado ¡A caso no son suficientes estos ejemplos para que mi pueblo despierte!
El hombre es tan capas de cambiar el sistema como capaz ha sido de generar fenómenos naturales, aun cuando esto también fue denominado como imposible y que era capacidad del hombre, el generar solamente fenómenos sociales. Le pregunto a los meteorólogos, ecologistas y a Greenpeace ¿No es el hombre el causante del calentamiento global? Allí donde hacia frio hoy hace calor, donde llovía hay sequia, donde se producían tornados hoy han ido dejando de presentarse y donde no los había hoy se están produciendo. ¡Acaso podemos seguir aceptando esa otra mediocre idea de que el hombre no tiene la capacidad de modificar el ecosistema de nuestro planeta! Gracias a sus pruebas nucleares, fabricación de armamento, la exagerada industrialización y una sobre explotación de los recursos naturales. Hoy ha demostrado el pequeño humano que tiene el poder de generar fenómenos naturales. Hay quienes dirán, –“Pero es que no son creados a voluntad de éste”– y responderé científicamente ¿Qué científico certifica que la naturaleza actúa a voluntad?
Luego entonces, si el ser humano ha interferido en la propia naturaleza ¿Por qué no puede modificar ese fantasma imaginario? Esa maldita quimera que protege al neoliberalismo para que éste nos siga explotando a los más pobres y tal pareciera que este sí tiene voluntad propia. ¿Por qué razón existen otras naciones donde la palabra “imposible” esta borrada de sus enciclopedias y no tartamudean ante el fracaso al momento de financiar un proyecto? Son pueblos más atrevidos, aventureros, arriesgados y es por ello que siempre tienen más victorias que derrotas. Pero si es un pobre diablo mexicano el que tiene un sueño y busca concretarlo, se le escupe a la cara y se le etiqueta como de “demente”, los mexicanos no creemos en nosotros mismos y por ello seguimos en esa maldita cubeta de cangrejos. Pero ¿Quién es el sistema? Somos todos y cada uno de nosotros, los que la conformamos y si es bien sabido que los hombres pueden cambiar cuando menos en una milésima de actitud; entonces podemos estar seguros de que podemos decodificar y reconfigurar el sistema.
La forma en la que podemos cambiar el sistema es la educación impartida desde el hogar, fortaleciendo el espíritu emprendedor de los hijos y dejar de utilizar al “coco” (Sistema) para someterle. Existen otros mecanismos donde se le puede generar una mejor formación al hijo sin afectar su autoestima. Puesto que si conseguimos modificar el sistema, solo entonces obtendremos un entorno mas justo y equitativo. Así como este sistema nos ha mantenido en la somnolencia, gracias a sus instrumentos de difusión, también estos pueden ser reutilizados para reeducar al hombre y a la sociedad. Para que vuelva a creer en sí mismo, pues todo lo que esta en la mente puede materializarse con tan solo mover un dedo; pues el resto por su temor al fracaso, no se atreve ni siquiera a hacer esto. Eduquemos nuevamente al hombre para modificar al sistema y con esta simple acción romperemos con el paradigma.
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