Maquiavélica recuperación económica Norteamericana
Emilio Nahín Rojas Madero
Es muy cierto que a los mexicanos nos tiene muy indignados la manera en la que nuestros conciudadanos están siendo tratados en Norteamérica, gracias a la hoy vigente Ley antiinmigrante de Arizona; también conocida como Ley SB 1070. La cual le otorga la calidad de delincuente a todo indocumentado en Estados Unidos; y que fue promovida por Jan Brewer, gobernadora de esa entidad federativa. Mas sin embargo, dudo mucho que realmente sea ella la autora de dicha iniciativa; puesto que no acepto la idea de que se le olvidara que llego al poder gracias al voto de los latinos. Esto mas bien parece ser obra del yunque neoliberal norteamericano, esos que manejan la política a espaldas del representante publico o del primer mandatario; con la finalidad de seguir controlando la economía del mundo.
Son los titiriteros que le dieron la oportunidad a Barack Obama de gobernar o al menos de simular dicha función, a cambio de mantenerlo con vida. Ya que no debemos de olvidar que durante el proceso electoral del 10 de Noviembre de 2008, esa nación se encontraba muy sensible en lo social, por lo que no era conveniente liquidarle de manera tan obvia, porque llevaría esto al país a una parálisis económica. La amenaza no solo era para su propia integridad sino para la de sus seres queridos. Es así como acepta el acuerdo, pero al imperialismo no le basto con esta sumisión y lo obligaron a no vivir en la Casa Blanca en un acto simbólico de hacerle recordar cada día su condición de inferioridad ante ellos. Así, Obama termina “dirigiendo” la nación desde algún hotel de los Estados Unidos. Es por ello que las opiniones del presidente de los Estados Unidos, son pasadas por el arco del triunfo y se vive en una plena anarquía.
Ante tal situación, podría asegurar que Jan Brewer también es otra prestanombres de la Ley racial; pues no creo que no tenga presente que esto trae consecuencias que pueden llegar a acabar con su carrera política. Los autores de esta casería de inmigrantes son otros, esos empresarios que juegan a ser dioses; atentando contra la vida humana, por tal de no perder sus privilegios al reactivar la economía de Norteamérica. Ya que la Ley SB 1070, no solo genera un estado de persecución en contra de los latinos, sino que en tal calidad de delincuente; les obliga a trabajar por un miserable dólar por hora, en pocas palabras, esta Ley les da a obtener mano de obra barata. Por otro lado, obligan al inmigrante a dejar de solicitar la ciudadanía, lo que les genera otro ahorro en impuestos, libres de responsabilidad ciudadana y social. Sin importar que esto genere una casería de inmigrantes y con ello la perdida de vidas humanas, como daño colateral, por tal de convertir a los latinos en verdaderos esclavos posmodernos.
Son esos mismos que permitieron el derrame petrolero en el Golfo de México, con la única intención de imponer un nuevo precio al barril de crudo en el mercado. Importándoles un comino el impacto ambiental que esto esta generando. ¡A caso alguien se cree el hecho de que no han podido controlar la fuga! Cuando sabemos que son una nación con mucha experiencia en dichos desastres. Pero que se vaya al carajo la fauna marina, lo que les importa es generar ganancias y con ello la estabilidad económica de su país. Es mas, hasta se puede dudar de las imágenes que se muestran en los medios electrónicos de comunicación. Ya que no podemos aceptar como ciertas las notas, cuando ni siquiera hemos estado en la escena del desastre ecológico. Lo que me recuerda a la técnica la “especulación” de la carencia del suministro con el fin de incrementar el precio de este hidrocarburo.
Así también, otra de las consignas que tiene este grupo neoliberalista es el de neutralizar el desarrollo de los países periférico y para ello, seleccionan al presidente de esas naciones. Ese que tenga el perfil de un entreguista como Felipe Calderón Hinojosa para imponerlo en el poder, con tal de que éste lleve al pie de la letra, las políticas económicas de ese yunque imperialista; sin importar las consecuencias para con los ciudadanos. Como ejemplo involutivo de desarrollo en México tenemos el campo, el cual no ha sido apoyado para desmantelarlo y convertir al país en una nación dependiente de los insumos extranjeros. Nos están convirtiendo en una nación consumidora; permitiendo que a falta de desarrollo, escaseen las semillas; por lo que esto provoca que el costo por kilo de esos derivados (tortilla entre otros), se eleve por las nueves y con discursos endulzados, nos harán creer que los mismos productos pero con semillas transgénicas son mas nutritivos y económicos.
Pero esto es una mentira, las semillas transgénicas son químicos insalubres y tienen la desventaja de que no germinan; no sirven para la siembra; por lo tanto nos hace depender de aquella nación que las produce en sus laboratorios. Mientras en nuestra propia nación, le seguimos dando muerte al campo y a las semillas orgánico reproductivas; pero eso sí, haciendo que se recupere la economía del vecino país del Norte. Si verdaderamente el presidente Calderón Hinojosa tuviera el interés de preocuparse por su nación, ya estaría tomando acciones en contra de dicha Ley antiinmigrante; como la construcción de diques en la frontera norte, que impidan el paso de aguas mexicanas a tierras norteamericanas, como método de presión. ¿A poco no preocuparíamos a Estados Unidos ante el peligro de quedarse sin agua? O demandarle por las afectaciones en costas mexicanas del derrame petrolero y la prohibición comercial de semillas transgénicas, poniendo como pretexto la dudosa calidad del producto, como ellos lo hacen en contra de los nuestros, brincándose así los acuerdos de los tratados de libre comercio en su beneficio. Con estas tres simples medidas obligaríamos a los norteamericanos a respetar a nuestra gente que allá radica.
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