EN POLITICA NO HAY NADA ESCRITO
Lic. JOSE LUIS FIGUEROA PAREDES
En medio de la fiesta, las campanas al vuelo y la euforia priista por los resultados electorales que en su mayoría favorecieron al PRI, cabe una pausa, una reflexión, un análisis porque no todo fue celebración sino frustración por no haber ganado en todos los estados. Aunque digan lo contrario los priistas se confiaron, creyeron que por inercia se llevarían el “carro completo”, que ganarían el “toma todo” pero no fue así.
Ciertamente con los resultados del pasado domingo, el Partido Revolucionario Institucional se reposiciono considerablemente o como dicen algunos “va en caballo de hacienda” hacia los pinos, pero si el PRI no toma con cautela los triunfos obtenidos y aprende de los errores que lo llevaron a perder en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, ese caballo se puede desbocar.
Las tendencias a su favor en los estados de la república son prácticamente irreversibles sin embargo habría que revisar los métodos con los cuales el PRI gano las elecciones y si de verdad la democracia se impuso o continúan con los viejos vicios para ganar y que propiciaron su caída en el 2000. Finalmente serán los tribunales electorales los que den cuenta de las denuncias que por diversos motivos se presenten ante ellos. De este balance depende en gran medida la credibilidad de un partido que aspira a regresar al poder para según ellos, reivindicarse con la sociedad.
No se equivoco el ex gobernador René Juárez Cisneros al afirmar y pronosticar que en el PRI se “acabo el carro completo”. El PRI debe centrarse, mesurarse y ubicarse en el momento histórico que le toca vivir donde la democracia y los ciudadanos juegan un rol muy especifico por lo que el PRI debe abstenerse de decir este “plato es mío” y anticipar triunfos porque “del plato a la sopa se cae la sopa” además de que si no quiere más sorpresas debe redoblar esfuerzos y no confiarse para evitar sumirse en la vorágine del conformismo pero sobre todo debe darle el justo valor al voto ciudadano por que el pueblo existe antes y después de las elecciones.
Es de sobra decir que la sociedad también cobro facturas en estas pasadas elecciones del domingo. A todos por igual, panistas, perredistas y priistas el pueblo les hizo ver su suerte. Los partidos se confiaron, no aprendieron la lección de que el pueblo es primero, después el pueblo y al último el pueblo. El ciudadano a la hora de votar es implacable, no perdona solo juzga desde su muy modesta posición en la urna, donde simplemente cruza la boleta premia, anula o castiga y de esa forma los poblanos castigaron por ejemplo a su “gober precioso” que hizo de su estado “la cueva de Ali baba”.
El más descalabrado en estas elecciones sin duda fue el PAN de Cesar Nava a quien le tocara hacer un “recuento de los daños” pero con ello se frustrara también su anhelada candidatura presidencial, sin embargo le salió bien el tiro en Oaxaca, Puebla y Sonora donde gano el PAN gracias a las alianzas que hizo con los partidos PRD y Convergencia, alianzas que critico duramente el actual Secretario de Gobernación Miguel Gómez Mont y que motivaron su renuncia a las filas del blanquiazul.
Las alianzas partidistas que llevaron la delantera de Gabino Cue en Oaxaca, Rafael Moreno Valle en Puebla y la de Mario López Valdez en Sonora, han servido como referencia e indicadores que pone de ejemplo el Senador Luis Walton Aburto, para demostrar que las alianzas si funcionan, pero no debe olvidarse que Guerrero se cuece aparte, por ello mismo no puede apostarse a que una alianza de partidos puede ganar en guerrero salvo que se de una lucha de trenes entre los priistas que propicie el descarrilamiento anticipado de este partido, pero si prevalece la unidad por encima de los intereses de grupo, el PRI puede ganar en Guerrero pero deben trabajar muy duro en su unidad interna y no confiarse porque en política no hay nada escrito.
Finalmente en política ganan los partidos, ganan los políticos y los nuevos gobernantes. Habrá que ver que tanto gana el pueblo, si las condiciones de vida mejoran o seguimos igual o peor. El tiempo dirá la última palabra. Usted qué opina.
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