martes, 21 de diciembre de 2010

MÉXICO; 200 AÑOS DE ESCLAVITUD Y 100 DE IMPUNIDAD

Fecha de publicación:

Acapulco de Juárez 21 Diciembre 2010


Dir. Revista Virtual LEMA Universitario:

Emilio Nahín Rojas Madero

“Mi vida por una mejor nación”




México; 200 años de esclavitud, 100 de impunidad

Emilio Nahín Rojas Madero

“Mi vida por una mejor Nación”


¿Qué celebramos los mexicanos en éste 2010? Por las calles de nuestra nación, en los zócalos y plazoletas se congregaron millones de hombres y mujeres para ser testigos de los festejos de independencia y revolución nacional. ¡Pero realmente tenemos esa independencia de la cual nuestros representantes populares y jefes de Estado hacen tanto alarde! Independencia: cuando en 1810 nos liberamos del yugo español para caer en las garras de los imperialistas enemigos del desarrollo ajeno; cuando son los gringos quienes nos dictan el modelo económica a seguir y las acciones bajo las cuales se deben regir nuestros gobiernos; cuando vienen a imponernos al presidentes que debe mandatar a nuestra patria; cuando nos dictaminan las leyes que a su beneficio deben de ser aprobadas en México.


Y me pregunto; ¿Realmente somos un pueblo independiente o dependiente del norteamericano? Nos exigen seguridad en las fronteras y son ellos quienes llenan nuestra nación de armamento militar. Nos exigen combate frontal al narcotráfico y son ellos quienes forman parte de un de los principales carteles distribuidores de las drogas en el mundo. Nos estipulan cuáles son los precios que deben contener nuestros productos de la canasta básica desde el momento en que manipulan los precios del crudo. Cercan nuestras fronteras para impedir que nuestros productos entren a sus hogares, pero inundan los nuestros para enriquecer sus arcar. ¡Independientes de qué! Cuando nos venden sus “modernos” modelos educativos.


Esos cuya única finalidad es el de formar esclavos; hasta las ciencias del pensamiento han sido convertidas en técnicas. Tan solo por hablar en el caso de los abogados, sociólogos, psicólogos y economistas; nos obligan a seguir un conjunto de patrones determinados donde se nos prohíbe estrictamente el libre pensamiento. Implantándonos una serie de documentos “machotes” tan solo para ser rellenados y en caso de salirnos de ellos, son desacreditados por nuestro propio Estado. Se nos prohíbe el derecho al impulso académico, científico y tecnológico pensante. Con la única finalidad de que seamos marionetas al servicio de unos cuantos. Mexicanos con sinónimo de “mano de obra barata” y hasta las propias instituciones educativas portan éste precepto en el nombre con el que adquieren personalidad jurídica.


Impunidad; es esa en la que vivimos día a día; donde grupos armados pueden entrar a cárceles, iglesias y hogares para acribillar a familias enteras y el estado solo sabe decir –“Es normal, esto pasa en donde quiera”–. ¡Ésa es la respuesta que le debemos de dar a nuestros hijos cuando preguntas por la ausencia de un amiguito víctima del crimen! Impunidad cuando funcionarios públicos se adjudican la potestad de arrancarles sus tierras a miles de campesinos para implantar empresas que solo benefician a unas treinta familias de nuestra nación. Impunidad cuando los ricos a pesar de ser culpables no tocan la cárcel y los pobres que por robar para comer a falta de empleos, quedan desahuciados en los rincones de los penales.


No cabe duda de que la sangre derramada por José María Morelos y Pavón, Miguel Hidalgo, Vicente Guerrero, Francisco Villa, Emiliano Zapata, así como la de miles de indígenas y campesinos coparticipes de estas dos insurrecciones fue en vano. Y les sería verdaderamente vergonzoso cómo un cumulo de mexicanos se reúnen año tras año en las plazas públicas en torno a un funcionario traidor a la nación; recitando un discurso demagógico. Que resuena en una ofensa a los miles de hombres y mujeres que dieron la vida para que nosotros tuviéramos “patria y libertad”, desde las masacres de la colonia hasta los acontecimientos sangrientos de los años ´60s.


¡Ya basta de celebrar las magnificentes fiestas que realizan las familias poderosas de México! ¡Acaso estamos contentos de la vida que vivimos! ¡Ya basta de celebrar que invierno tras invierno nos sigan esclavizando y viviendo en la plena y total impunidad! ¡Basta de celebrar que los ricos nos sigan pisotenado! Es el momento de que como mexicanos reflexionemos el México que queremos para nosotros. ¡Basta de sumarnos a las plazas en son de fiestas y pelear por nuestros derechos! Como ya lo hicieran los estudiantes londinenses ante la intención del Estado por incrementarles las colegiaturas; como los obreros y jubilados en Francia; cuando Nicolás Sarkozy pretendiera tomar sus ahorros. ¡Basta de seguir celebrando que los ricos de México nos sigan pisoteando, viviendo a costillas de nuestro trabajo! Por ahora simplemente fueron vaciadas las arcas del erario público con el pretexto se conmemorar el bicentenario, pero la realidad es que serán dinero utilizado para financiar las presidenciales del 2012.


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