martes, 23 de noviembre de 2010

PROYECTO BEBÉ

Fecha de Publicación:

Acapulco de Juárez, Gro. Méx. 23 Nov. 2010

Dir. Revista Virtual LEMA Universitario:

Emilio Nahín Rojas Madero

"Mi vida por una Mejor Nación"

PROYECTO BEBÉ

Emilio Nahín Rojas Madero

México es un país habitado por grandes hombres y mujeres que poseen en sus haberes un proyecto, una iniciativa que podría cambia su entorno social. Cada hombre y cada mujer, tienen esa facultad; lamentablemente ante la apatía y la falta de recursos, existen quienes deciden abandonar nuestra nación y formar parte de esa fila que lleva por nombre “fuga de cerebros”. Pero claro, no todos deciden seguir su necedad y sus sueños, ocupando la fila de los apáticos. Para los que deciden continuar, el camino no les es nada grato; ya que durante el trayecto de su empresa, se encuentran con cada personaje que solo busca revestirse del trabajo y la investigación de otros.


Para el creador, un proyecto es como un feto que poco a poco va moldeándolo hasta darle forma y facilitándole las armas y herramientas para que pronto pueda desarrollarse en el entorno social. Lo más doloroso es que se les sea secuestrado y caiga en manos de quienes ni siquiera lo contemplaron o le brindan el cariño y dedicación necesarios para que se consolide. Cuando esto ocurre, el resultado no es otra cosa que un aborto, un defecto de la naturaleza social; perdiéndose con ello, la oportunidad histórica de modificar el mundo. ¿Cuántos proyectos en el mundo no han sido pirateados? ¡Acaso saben esos roba-sueños el fundamento en el que se baso el diseñador real!


Para el diseñador, le es desagradable ver lo que hacen con lo que él de su intelecto creo. Llega a mi mente la escena en la que Albert Einstein se derrumba en su sillón al ver que el hombre se destruía con su formula atómica en Hiroshima y Nagasaki. Al ver esas desgarrántes escenas, no titubeó en expresar –“Maldigo el día en que descubrí la formula, porque de haber sabido el daño que le causaría al mundo; jamás la hubiese publicado”–. Pero repito ¡Qué saben esos parásitos sin cerebro de la finalidad de nuestros sueños! Seres incapaces de sentirse capaces de diseñar un sueño propio. Esperando en cualquier esquina al tonto y revestirse de su trabajo para ascender.


Existe un lugar en especial, donde los buitres pululan y están al asecho de su presa que les lleve a la mano; esas ideas de las cuales carecen. Ese lugar lleva por nombre “Congreso de la Unión en San Lázaro”. Son pocos los hombres, mujeres y partidos políticos que diseñan iniciativas propias para el mejoramiento de la nación. Muchos de los ciudadanos somos testigos de escenas en el canal del congreso, donde algunos legisladores se están echando su siestecita. Dudo mucho que lo hagan para activar sus chacras y conectarse con su divinidad en los mundos trans-dimensionales para recibir la sabiduría que les permita crear iniciativas de ley.


Pero regresando al tema; es bien cierto que entre los legisladores se andan cuidando de sus homólogos. Es más, hasta el propio presidente de la república, secuestra propuestas de ley de otros partidos políticos ante la carencia de materia gris. Se los adjudica y grita a los cuatro vientos que fueron sus ideas; es por ello que en todas las ciudades del mundo, llegamos a escuchar que las obra gestionada por los ciudadanos; tienen otro autor. Sí, una sola obra; resulta tener muchos padres. Por ejemplo; viene el presidente de la república y dice –“yo hice este proyecto”–; al poco rato el gobernador expresa –“yo hice esta obra”–; también el alcalde dice –“yo hice esta obra–, y al final; todo el mundo la hizo.


Desde mi muy particular punto de vista; un proyecto o iniciativa, es como un bebé. Solamente su creador sabe lo que necesita, cómo echarlo a andar, sus ventajas y sus contras. Lamentablemente el diseñador está en desventaja pues le hace falta proteger su proyecto. Más aun si se tratase de una iniciativa de ley o proyecto de nación, porque si hoy en la actualidad la nueva reforma a la constitución le permite al ciudadano común presentar iniciativas, también es cierto que sigue indefenso. Pues podrá presentar el proyecto, pero no hay garantía de que algún legislador no se lo adjudique.


Y es que al presentarse una iniciativa ciudadana de ley ante el congreso de la unión; el primer trato que recibe el proyecto, es el de refrigerarlo. Sí, mandarlo a la congeladora legislativa y un año después lo sacan, le cambian tres letritas y con esto ya es de otro “listo”. Ante tales aberración, es necesario legislar; para proteger estas ideas con base a los derechos de autor, todas las creaciones intelectuales. Solo así se destruirá esa congeladora legislativa; se agilizaría el proceso legislativo y el impulso a los proyectos sociales. Los legisladores ya no se andarían escondiendo de sí mismos. Y si se pretendiera respaldar y proteger dichos proyectos ante notario público, que se le exima de todo costo. Así como de su difusión gratuita en todos los medios de comunicación electrónicos; por que el proyecto es de quien lo crea, no de los holgazanes.


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romaen73@hotmail.com

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