Fechas de Publicación:
Acapulco de Juárez, Gro. Méx. 23 Nov. 2010
Dir. Revista Virtual LEMA Universitario:
Emilio Nahín Rojas Madero
“Mi vida por una mejor Nación”
El Sur
Roberto Camps Cortés
Yo tuve la oportunidad de participar en la fundación de El Sur, desde el número cero hasta dos años después. Fueron años padres, de mucho esfuerzo y mucho aprendizaje. El tiempo que estuve ahí sentí que servía a la sociedad de Guerrero como periodista, tal como lo había soñado cuando decidí ejercerlo como oficio. El Sur presentó a la sociedad la propuesta de ejercer un Nuevo Periodismo, y con cuadros locales como Misael Habana, Aurelio Peláez, Oscar Basabe, Carlos García, Rafael Solano, Luz María Orona, Maribel Gutiérrez (ella es chilanga, creo), Uri Barreda, Raúl García, entre otros reporteros, fotógrafas como Elsa Medina, Raul Ortega, Lizeth Arauz; editores como Héctor Zamarrón, Rafael Menjívar, Marco Gonzen, Dante, Tomás Tenorio, Juan Carlos Moctezuma y pues yo a la cola de todos, aprendiendo de ellos.
Pasábamos en la redacción tardes agradables discutiendo sobre aspectos del lenguaje casi siempre, abrevando en la pila de conocimientos que es el siempre neuras de Juan Angulo, a quien recuerdo con mucho cariño y agradecimiento a pesar de que cuando fui director de Comunicación Social del Ayuntamiento de Acapulco, me trató peor que a Zeferino Torreblanca todo este sexenio, vaya, incluso Ricardito castilllo se aventó una volada para presionar mi salida del cargo, apoyados por la inquina que me demostró en dos columnas, el maestro Arturo Martínez Nateras, de quien nunca entendí los poderes sobrenaturales que me adjudicaba en el cargo. Y todo, porque no les gusta ser criticados, je, je, jeee...
Creí siempre que estuve en El Sur, que con el trabajo de todos, podríamos hacer de Guerrero una mejor sociedad. Aguantamos la época de vacas flacas y trabajaba en otros sitios para poder sostener mi aporte a ese esfuerzo diría hasta heroico, de sacar cada edición por el boicot publicitario de los gobiernos priistas, acostumbrados a controlar las líneas editoriales de los medios locales. Aprendí a hacer periodismo digno, comprometido con la sociedad de Guerrero, privilegiábamos el interés público, como tituló Juan Angulo alguna de sus columnas. Por cierto, como sabe de fut bol americano este ogro de Juan, lástima que se perdió la amistad, pero sí pude llevarlo a comer cecina a mi casa y ver con sorpresa que hacía a un lado los cubiertos para jambársela con las manos. Con afecto Juan, lo sabes.
Soporté durante años el carácter de Misael Habana, todo un divo del periodismo, al cabo que fue el precisamente quien me invitó a ese proyecto. Incursioné en la crónica y obtuve algún cartón de reconocimiento, por la inspiración que ha sido para mí el trabajo de Aurelio Peláez. Cuando me retré del periódico, fui espectador de cómo todos estos años El Sur ha sorteado obstáculos para mantener vigente su propuesta periodística, lo que da mayor mérito a su permanencia como medio de comunicación. Incluso cuando fui asesor del entonces diputado local Ramiro Solorio Almazán, intentamos sin éxito, promover una ley sobre contratos gubernamentales, fueron muchas horas de estudio, de esfuerzo, foros con la escuela de comunicación de la UAG y compañeros periodistas, pero el gobernador Zeferino Torreblanca tenía metidas las manotas en esa legislatura, y la iniciativa fue congelada.
Hoy veo con pesar los hechos violentos inéditos en la redacción de El Sur, me queda claro que con este ataque, se pretende infundir desánimo no sólo en su equipo de profesionales, sino también en la ciudadanía, y nos remonta décadas atrás, a un pasado oprobioso donde ejercer las libertades era jugarse la vida. Es difícil separar esta atentado, con otros eventos que han sembrado el miedo en la ciudadanía de Acapulco y de Guerrero. Estos hechos no son raros en las contiendas electorales, y son promovidos por quienes buscan inhibir la participación de la gente. En algo coincido con la editorial del Sur de hoy, estas cosas ocurren por el clima de impunidad que prevalece en Guerrero, uno de los grandes fracasos de la administración zeferinista, es la inexistente procuración de justicia. No creo que la procuraduría que dirige un teórico como David Augusto Sotelo Rosas dé un resultado. Es una desprocuraduría de justicia, no dan una, sería raro que hoy por fin dieran pie con bola.
Expreso mi apoyo y respeto al ejercicio periodístico que realiza El Sur; no comparto muchos excesos que cometen, ni coincido en la persecución que hacen de la figura del gobernador, pero tienen derecho a hacerlo en uso de sus libertades. El camino del hostigamiento a El Sur es público: Juan Angulo fue detenido el 29 de diciembre de 2009 por seis elementos de la Policía Ministerial de Guerrero para trasladarlo a las instalaciones de la Procuraduría estatal en donde fue sometido durante cinco horas a interrogatorio a causa de un artículo publicado el día 3 de septiembre relacionado con la muerte del presidente del Congreso de Guerrero, Armando Chavarría. La detención e interrogatorio de Angulo Osorio se llevó a cabo a pesar de que la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero había otorgado medidas cautelares a favor del periodista.Así mismo, en 2007, tanto el medio como el director y varios colaboradores fueron demandados por el hermano del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo (juicio ordinario civil 656-3/2007) por 10 millones de pesos a causa de una investigación periodística.
Y lo peor, el grosero regateo de la publicidad gubernamental que a lo largo de su gobierno Zeferino Torreblanca hizo con el periódico que más contribuyó para crear de él la imagen de un defensor de las causas democráticas en Guerrero. ¡Qué gran equivocación! Animo a los compañeros de este periódico, que no decaiga el esfuerzo ante estos hechos, muchos estamos con ustedes, a veces de lejos, a veces cerca. Pero siempre atentos a lo que hacen o les ocurre, deseando que se mantenga este medio, con sus virtudes y defectos, por el bien de Guerrero.
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